La lucha por mantener un peso balanceado y saludable es una batalla que muchos enfrentan a diario. Sin embargo, más allá de las dietas y el ejercicio, existe un campo escasamente conocido por la mayoría, pero determinante para lograrlo, nuestra programación subconsciente.

Como experto en la reprogramación de la mente subconsciente, te puedo decir que ignorar el funcionamiento de ésta cuando deseas perder esos kilos de más, o ganar los que te faltan, es como intentar correr con los cordones de los zapatos atados. El fracaso está prácticamente asegurado.

Debemos entender que nuestros patrones de comportamiento y de pensamiento, muchas veces invisibles y arraigados desde la infancia, son los mayores obstáculos para alcanzar ese peso sano y saludable que deseamos.

Afortunadamente, al identificar y reprogramar todas esas memorias limitantes con las que cargamos, podemos abrir la puerta hacia una vida equilibrada y plena.

Entendamos primero cómo actúa el subconsciente.

Nuestra mente subconsciente actúa en piloto automático, las 24 horas del día, y los 365 días del año. Y lo hace respondiendo, con la programación que acumula, a cada estímulo que encontramos delante.

Cuando hablamos de programación me refiero a distintos tipos de memorias que vamos interiorizando con cada experiencia que vivimos, cada emoción con la que conectamos, o cada situación de la que somos testigos.

Esas memorias, algunas de ellas con carga emocional, como los traumas, bloqueos emocionales, emociones reprimidas, etc., y otras no, como las creencias, las lealtades y muchas otras, son las verdaderas responsables de nuestras acciones y comportamientos del día a día.

¿Cuáles son esas programaciones que nos sabotean?

En el contexto del peso corporal, existen múltiples vías por las que esas memorias se articulan para influir negativamente, conformando programaciones que buscan manifestar en nuestra vida una determinada realidad ajena, por desgracia, a lo que deseamos. Veamos algunas de ellas:

Programaciones directas de sobrepeso: En ocasiones, las creencias que tenemos nos empujan directamente al sobrepeso si se dan determinadas circunstancias, como puede ser alcanzar una edad avanzada, llegar a la etapa de la menopausia, compartir genes con la familia, o como no, los diagnósticos médicos con su tan poderoso efecto nocebo. Estas y otras programaciones apuntan a nuestro subconsciente en una dirección en la que el sobrepeso es nuestro estado lógico y natural si cumplimos con los criterios que tenemos interiorizados.

Los hábitos alimentarios poco sanos también son obra de nuestro subconsciente, y pueden llegar por múltiples caminos, como por ejemplo: Hábitos familiares adquiridos desde la infancia, hábitos de comida social, búsqueda del placer inmediato, asociación de la comida con recompensa o consuelo, o incluso el uso de la comida como calmante emocional, son algunas de las programaciones que nos conducen a no tener el control de nuestros hábitos alimentarios, lo que con facilidad desemboca en pesos desbalanceados.

El hambre emocional está detrás de muchos casos de sobrepeso. Se trata de un tipo de programación a la que podemos llegar también por caminos tan diversos como las necesidades emocionales no cubiertas, el mantenernos en un duelo no superado, o incluso por estrés continuado.  En estos casos, la comida pasa a ser un recurso que permite saciar esa necesidad inconsciente, dando como resultado un peso y un volumen no deseados.

Cuando nos adentramos en el mundo de las relaciones, aparecen muchas programaciones inconscientes distintas que desembocan en resultados similares… pesos con los que estamos incómodos. En este caso podemos encontrarnos con programaciones como la búsqueda de aceptación por parte de otros, el modelar a personas que admiramos, el evitar tener pareja, o incluso el ser visible o recibir atención de terceros, entre muchas otras programaciones.

Podríamos seguir con muchos otros tipos de programaciones distintas, con sus respectivas programaciones y beneficios asociados, como la visión de uno mismo, el uso del peso como protección, el evitar tener relaciones sexuales, o el autosabotaje originado por todo tipo de miedos.

Nuestra mente subconsciente cuenta con recursos poderosísimos para guiarnos hacia la realidad que tiene programada en su navegador. Como estás viendo, son muchas las realidades inconscientes que guían nuestro camino cuando hablamos del peso. Ignorar las programaciones que cada uno tenemos, permite que nuestro subconsciente siga campando a sus anchas en la dirección que lo venía haciendo, por lo que todos los esfuerzos conscientes acaban siempre en el mismo lugar… con el autosaboteo, la falta de constancia, el efecto rebote,…

Identificar las programaciones que cada uno tiene y reprogramar el subconsciente es el único camino para tener un cambio profundo y sostenible.

La buena noticia es que, al igual que nuestras mentes pueden ser programadas negativamente, también pueden ser reprogramadas para fomentar hábitos saludables y una imagen corporal positiva.

 

Ricardo Eiriz
Creador de Método INTEGRA®
Embajador de la Paz y la Buena Voluntad de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México) ante la UNESCO