Lo queramos o no, vamos por la vida en piloto automático. Es nuestra progra-mación subconsciente la que determina nuestras respuestas, emociones, pensamientos y hábitos de todo tipo.

Nuestra salud, relaciones, visión que tenemos de nosotros mismos, autoesti-ma, confianza, determinación, constancia, etc., dependen totalmente de esa programación subconsciente que dirige nuestra vida sin que nuestro pensa-miento tenga que intervenir.

Dentro de esa programación subconsciente tenemos muchas memorias distin-tas que se activan y toman el control en distintos momentos, como por ejemplo los traumas emocionales, los bloqueos emocionales, las lealtades o las emo-ciones reprimidas entre otras. Pero hay una que destaca especialmente por el gran poder manifestador que presenta, las creencias.

Somos tremendamente poderosos, y aunque no seamos conscientes de ello, estamos usando nuestro poder creador a diario. Manifestamos la realidad en la que vibramos, o lo que es lo mismo, aquella para la que estamos programados.

Cuando nos hacemos conscientes de ese poder y elegimos transformar nues-tra programación subconsciente y nuestro diálogo interior, es cuando realmen-te nos asombramos de la capacidad creadora con la que venimos de serie.

Nuestras creencias son el filtro con el que nos vemos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos rodea y, en consecuencia, las que determinan lo que atraemos a nuestra vida.

Concebir el mundo como un lugar peligroso o seguro, depende de nuestras creencias. Vernos a nosotros mismos capaces conseguir a esa persona tan especial que tanto deseamos, depende de nuestras creencias. Estar rodeados de personas que nos maltratan, depende de nuestras creencias. Ser incapa-ces de salir de un trabajo que nos desagrada, depende de nuestras creen-cias…

 

Tus creencias determinan en gran medida tu realidad.
Hace poco más de un año, tras realizarse un protocolo, Teresa acabó con una alergia al polen que la acompañaba durante los últimos ocho años. Teresa es una persona muy próxima, por lo que tuve la ocasión de ver día a día su evo-lución, y fue algo fascinante.

En febrero de este año, las altas temperaturas del invierno en Europa llevaron a que la floración se adelantara, y muchas personas comenzaron a tener los típicos síntomas de alergia.

Inicialmente Teresa no presentó ningún síntoma, como era de esperar por el trabajo realizado el año anterior, pero con el paso de los días, comenzaron los síntomas. Era algo que no entendíamos, ya que revisando con su subcons-ciente no había ninguna memoria detrás que los estuviera activando.

Reflexionando sobre lo que podía estar sucediendo fue cuando apareció la clave…

Teresa atiende a diario a muchas personas, lo que le lleva a poder conversar con ellas durante unos minutos. En esos encuentros, cuando algún cliente le comentaba a Teresa que presentaba síntomas de alergia, su respuesta auto-mática era “Lo comprendo perfectamente, ya que yo también soy alérgica”.

Esa respuesta inconsciente de aceptación de la alergia era la causante en su caso de los síntomas. Fue tan solo cuestión de hacerse consciente de ello y cancelar esa “afirmación” para que desaparecieran los síntomas.

Teresa estaba programada para no ser alérgica, pero inconscientemente le quedaban creencias que la llevaban a identificarse con los padecimientos de otros, poniéndose en su mismo nivel. Obviamente se trataba de una identifica-ción basada en la Teresa que recordaba del pasado, y no en la que se había programado para ser. Tan solo era un pequeño fleco de creencias que queda-ban por cambiar.

Nuestras creencias son las responsables de nuestro diálogo interior y exterior, y determinan en gran medida lo que manifestamos en nuestra vida.
Afortunadamente, tan solo tienes que asumir el control de tu programación subconsciente para que tu vida se alinee con la realidad que deseas.

 

Ricardo Eiriz
Creador de Método INTEGRA
Embajador de la Paz y la Buena Voluntad de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México) ante la UNESCO