A muchas personas les gusta creer que basta con sintonizar interiormente con la abundancia para generar abundancia material en sus vidas. Si es tu caso, lamento decirte que se trata de una creencia falsa.
Si consideras la abundancia como un estado del ser, en el cual sientes que tienes o puedes conseguir todo lo que deseas, estoy totalmente de acuerdo en que basta con sintonizar interiormente con ella, para vivir en ese estado.
Ahora bien, si tu concepción de la abundancia va un poco más allá, y esperas ver materializada una realidad acorde con tus expectativas, sintonizar es tan solo la primera parte de lo que debes hacer para lograrlo.
Aquellos que renuncian a su poder, y buscan que la salvación les venga de fuera, se sienten muy cómodos con la creencia de que basta sintonizar con la abundancia para que esta llegue. Y cuando no llega, se dedican a mirar hacia el exterior buscando culpables, llegando incluso a culpar a Dios de su pobreza.
En este punto me viene el recuerdo de la simpática historia de un hombre muy creyente, que cuando naufraga el barco en el que viajaba, y le invitaban a subir en los botes salvavidas, rechazaba la invitación diciendo “Dios me salvará”. Cuando ya todos los pasajeros habían bajado del barco a medio hundir, el capitán se dirigió a él ofreciéndole subir al último bote, y del mismo modo el hombre rechazó su ofrecimiento diciendo “Dios me salvará”. Unos minutos más tarde, cuando el barco estaba bajo el agua y el hombre intentaba mantenerse a flote apareció un helicóptero para intentar rescatarlo, y su respuesta fue la misma “Dios me salvará”. Una vez ahogado, al llegar al Cielo y encontrarse con Dios, el hombre se atrevió a recriminarle a Dios el no haberle salvado, siendo él tan fiel y creyente. A lo que Dios le respondió: “Hijo, puse delante de ti multitud de botes para que pudieras subirte, envié al capitán para que te subieras con él en el último bote, e incluso te envié un helicóptero para sacarte de aquel infierno. Fuiste tú quien rechazó todos los intentos que yo hice para salvarte”.
No puedo dejar de encontrar el paralelismo entre esta historia y quienes piensan que tan solo sintonizar con la abundancia les llegará.
Es cierto que sintonizar con la abundancia es necesario para que aparezcan las oportunidades en tu camino, e incluso que algunas de estas oportunidades parecen creadas por arte de magia, pero si no actúas no llegarán a materializar nada.
Sintonizar con la abundancia es como ponerte en una estación por la que pasan muchos trenes, y todos paran delante de ti. Pero si no te subes a ninguno de ellos, las oportunidades desaparecen, y tu vida continúa siendo la misma.
Si tu diálogo interior te conecta con lo difícil que es conseguir dinero, con la carencia en la que vives, o con la queja continua por tu pobreza material, esa seguirá siendo siempre tu realidad.
Para crear la abundancia que deseas debes sintonizar interiormente con ella. Debes conectar con tu capacidad interior para dar lo mejor de ti mismo, y actuar con determinación, seguridad, confianza, optimismo, iniciativa y creatividad. Y si además lo haces conectando con tu misión de vida, disfrutarás de todo el recorrido.
Pero además debes establecer un plan de acción y llevarlo a cabo. El dinero no te llegará a tu cuenta bancaria mientras estás viendo la televisión. Eres tú quien debe actuar con constancia y determinación para encontrar las oportunidades y aprovecharlas.
El Universo está lleno de abundancia, y está esperando que a tú tomes la que desees. Si tanto tú como el Universo estáis ambos esperando a que sea el otro quien estire el brazo, todo continuará como estaba.
CREENCIAS QUE PUEDEN AYUDARTE PARA DAR EL PRIMER PASO
La grabación de estas creencias puedes hacerla de forma fácil con esta técnica
- Merezco disfrutar de una vida próspera y exitosa.
- Atraigo el éxito y la prosperidad en todo lo que hago.
- Encuentro oportunidades allá donde miro.
- La prosperidad y el éxito son el estado natural de mi mente.
- Mi personalidad irradia confianza, convicción y optimismo.
- Tengo siempre más dinero del que necesito para satisfacer mis necesidades.
- El dinero y las oportunidades llegan a mí con facilidad.
- Asumo la responsabilidad de mi propia vida.
- Soy una persona muy afortunada.
- Actúo con pasión y determinación para alcanzar mis metas.
Ricardo Eiriz
Embajador de la Paz y la Buena Voluntad de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México) ante la UNESCO.
Creador del Método INTEGRA®