MARGARITA ALBÓS, psicóloga y instructora de Método INTEGRA.

Ir a mi perfil ➜


 

Soy psicóloga y desde hace 11 años tengo mi consulta en Andorra. Siempre he trabajado con técnicas de transformación a nivel inconsciente. Descubrí Método INTEGRA viendo un video de Ricardo que me pareció muy interesante y busqué más información. Hice las formaciones de nivel 1, nivel 2 y recientemente el nivel 3. Me impactó a tal punto que me acredité, primero como facilitadora y después como instructora tras ver los resultados de utilizar Método INTEGRA en mis sesiones de terapia, porqué es mucho más rápido y eficaz que las otras técnicas que conocía.

 

UN PAR DE EJEMPLOS DE CASOS RESUELTOS:

ELIMINAR ATRACONES DE COMIDA CON MÉTODO INTEGRA

Lurdes viene a mi consulta el mes de abril de 2020 porque se siente insegura, tiene problemas con la comida, baja autoestima y miedo a hablar en público.

Me explica que desde hace años tiene problemas con la comida, presentando síntomas que encajan con el trastorno de bulimia, sin vómitos. Cuando tiene ansiedad la calma haciendo atracones. Hay temporadas que consigue comer bien, pero no sabe por qué en otras vuelve a descontrolarse. Ve comida y se atiborra hasta acabarla, no nota si siente hambre, tan sólo come y come. Ha engordado 4 kilos en un mes.

Cuando entra en casa de sus padres no puede evitar abrir todos los armarios y devorar todo lo que encuentra, aunque haya terminado de comer. Después de los atracones se siente muy culpable y con dolor de estómago.

Evita comprar productos poco sanos como bollería, galletas, patatas fritas, etc. para evitar los atracones. Pero, a menudo después de cenar estando en casa ya en pijama le entra la ansiedad y al no tener nada para picar se viste, coge el coche y va hasta la tienda de la gasolinera más cercana a comprar productos de bollería. Los come compulsivamente casi sin masticar en el mismo coche. Suele hacerlo una media de 4 -5 noches por semana.

Después de escucharla, le propongo trabajar su problema con la comida con el Método INTEGRA. Le explico que consiste en transformar los programas del subconsciente. En su caso podría transformar los programas que la conducen a comer compulsivamente por programas que le permitan comer de manera sana.

Hicimos un primer protocolo con el objetivo de Eliminar la conducta de comer compulsivamente y mantenerse comiendo de manera sana.

Cuando redactamos las creencias para comer de manera sana también redactamos muchas dirigidas a aumentar su autoestima, ya que en los trastornos de bulimia acostumbra a haber una baja autoestima. He observado que durante estos meses Lurdes ha creído que era posible también para ella comer de manera sana, se ha perdonado y ha empezado a quererse y a aumentar su autoestima. Está realmente cambiada, parece otra persona.

A primeros de setiembre me llamo y me dijo que había ido reduciendo los atracones y que había estado dos semanas sin hacer ninguno, y comiendo de manera sana. Pero en ese momento estaba muy desanimada porque hacía una semana que había vuelto a hacer 3 atracones en días seguidos. La animé a que se grabara las creencias que habíamos redactado varias veces al día. Así lo hizo y en unos días había vuelto a evitar los atracones. Solamente comía más de lo normal cuando iba a casa de sus padres.

En noviembre del mismo año, 7 meses después de abordar su problema con la comida, regresó a la consulta porque quiere trabajar otros objetivos. Me ha explicado que ya lleva casi dos meses comiendo sólo durante las comidas. Hace deporte con regularidad y ha perdido 3 quilos. Cuando va a casa de sus padres ya no busca comida por los armarios y come con normalidad, aunque sus padres siguen comiendo en exceso. Está muy contenta consigo misma y así lo explica en su testimonio.

 

Testimonio de Lurdes

Después de llevar una vida absolutamente desordenada e inestable durante los últimos 15 años, llegué a la conclusión que necesitaba una herramienta que me ayudara a gestionar mis carencias, frustraciones y traumas del pasado que se traducían en una pésima autoestima, imposibilidad de mantener relaciones personales fluidas y unos miedos a enfrentarme a la vida cada vez más limitantes. Debido a mi carácter introvertido era incapaz de afrontar y expresar todo mi sufrimiento, lo que me disparaba los niveles de ansiedad y provocaba que me refugiara en la comida, mi gran “aliada”. He convivido con trastornos alimenticios durante todos estos años, hasta este último, cuando perdí el control y llegué a ganar 13kg en unos 3 meses. Momento en el que fui consciente que tenía una enfermedad. Me sentía absolutamente sobrepasada, sola y avergonzada por mi conducta cuando conocí la terapia de Margarita. Mi manera de comer compulsiva y descontroladamente sólo era un indicador de mis miedos, traumas, baja autoestima y pensamientos limitantes. Después de un período de trabajo, aprendizaje y compromiso conmigo misma, de aceptarme, de definir objetivos, creencias, aprender a mantener bajo control la ansiedad y las situaciones de stress, mediante las técnicas de Método INTEGRA, el cambio ha sido espectacular. Estoy aprendiendo a cambiar limitaciones por empoderamiento. Decido sobre mi vida. Evalúo el nivel de afectación y la importancia de los acontecimientos. Siento liberación, equilibrio y una paz interior extraordinaria. Me quiero, me valoro y me cuido por primera vez en mi vida. Siento un profundo agradecimiento hacia la terapia, el Método INTEGRA, pero sobre todo al acompañamiento, empatía y comprensión de Margarita. Sin su apoyo no habría podido descubrir una nueva manera de entender la vida y la mente, el consciente y subconsciente que puede pasar de ser nuestro enemigo a nuestro gran aliado. El primer día me dijo: “todo lo que necesitas está en tu mente, yo solo te voy a enseñar a utilizar la herramienta para gestionarlo” … No la creí … Después del camino recorrido (y de lo que queda) estoy impaciente por seguir descubriendo este universo maravilloso que supone el entrenamiento y control de uno mismo.

 

PESAR 85 QUILOS Y DISFRUTAR COMIENDO

Jordi me escuchó hablar de Método INTEGRA, de cómo podíamos programar nuestro subconsciente para conseguir nuestros objetivos. Jordi tiene 56 años y desde los 30 años tenía sobrepeso. Mide 1,78 y pesaba 94 quilos. En dos ocasiones había intentado seguir dietas para perder peso. En una perdió algunos quilos, pero a los pocos meses los recuperó. Las dietas le habían servido para tener la firme convicción de que para tener el peso ideal debía pasar hambre, sacrificarse y sufrir. Desde hacía algunos años ya se había resignado a aceptar su sobrepeso, se conformaba porque al menos no aumentaba y disfrutaba con lo que comía.

Jordi tenía claro que su exceso de peso era consecuencia de sus hábitos poco saludables. Aunque es una persona con mucha fuerza de voluntad y muy disciplinada, con la comida no lo era. Picaba entre comidas y muchas veces comía por gula y no por hambre.

Hablando con él le explique que podía tener su peso ideal y disfrutar comiendo sin sacrificase, sólo tenía que programar su subconsciente con creencias potenciadoras. Le dije que se trataba de que él pudiera decidir libremente qué comía en cada momento, sin prohibiciones ni sentimientos de culpa.

Trabajamos el objetivo: Pesar 85 quilos y disfrutar comiendo.

  • Algunas creencias fueron:
  • Puedo disfrutar comiendo y pesar 85 quilos.
  • Puedo sustituir fácilmente alimentos poco saludables por alimentos saludables.
  • Pesar y mantenerme a 85 quilos es fácil para mí.
  • Decido creer que disfruto comiendo y peso 85 quilos.

 

A los 6 meses ya había perdido 5 quilos, porque poco a poco fue cambiando sus hábitos, pero lo hizo sin ningún esfuerzo. Cuando llegaba a casa a la tarde en lugar de picar queso o embutidos picaba fruta, decidía comer fruta. También durante las comidas cuando notaba que ya estaba saciado decidía no repetir, aunque el manjar fuera muy sabroso.

Cuando consiguió su objetivo de pesar 85 quilos quiso ampliarlo y actualmente se está trabajando el objetivo de pesar 80 quilos y seguir disfrutando de la comida. Ha pasado un año y medio, y ahora pesa 83 quilos.

El cambio de conducta lo observé durante las vacaciones cuando estábamos en un hotel con bufet libre. Antes de programar su subconsciente repetía varias veces y terminaba con la barriga demasiado llena y empachado. Ahora en cambio acompañaba todos los platos con verduras o ensaladas en lugar de patatas fritas o pasta, y escogía fruta o yogurt en lugar de pastelitos o postres grasientos. Lo que más me sorprendió es como lo hacía, se sentía a gusto y feliz, sin ninguna muestra de sacrificio.

 

Actualmente sus conocidos ven su cambio y le preguntan cómo lo ha hecho, y él orgulloso y con picardía contesta que comiendo lo que le apetece y pasándose un imán por la cabeza. Después ya les explica que es el Método INTEGRA.