Me llamo Rosa Del Solar y vivo en Santa Bárbara, California, desde el 2015. Conocí del Método INTEGRA en febrero del 2019 cuando mi esposo y yo participamos de unas conferencias en los Angeles California y en las que Ricardo era uno de los expositores

Tengo que decir que nos encantó e hicimos un clic con lo expuesto en el taller de introducción al Método NTEGRA en el cual participamos. Sin embargo, en ese mismo año 2019 no pudimos participar en el curso que se ofrecía en San Diego (California), pero sí lo hizo nuestro hijo Mateo (23 años) que tomo el curso de facilitador nivel I (entusiasmado por lo que le pudimos contar regresando a casa de aquel evento). Viendo el cambio que observábamos en su personalidad y las nuestras a través de los protocolos que nos realizó durante los meses siguientes, mi esposo y yo decidimos que la siguiente oportunidad era la nuestra, y así en febrero del 2020 tomamos el curso presencial de facilitador de nivel I en Los Angeles.

Quiero mencionar que desde muy temprana edad fui diagnosticada con Retinitis Pigmentosa genética y, desde mi adolescencia empecé a experimentar el deterioro lento y gradual de mi visión, hasta mi adultez en la que mi visión ya no me permitía movilizarme por mí misma de forma independiente, necesitando siempre el apoyo de alguien para evitar accidentes por la falta de nitidez visual en la distancia y, al mismo tiempo, no teniendo la posibilidad de realizar ningún tipo de lectura, porque mi visión a corta distancia ya no me lo permitía, y los lentes sólo me daban un soporte a media y larga distancia.

Antes de vivir en California viví en New York por muchos años, y allí me sometí a muchos tratamientos y experimentos existentes para los que sufrimos de esta condición, como inyecciones oculares por mencionar alguno, que me ofrecía una mejora pero solo por periodos cortos y que se fueron reduciendo cada vez más hasta que el doctor (KOHEN), quien dirigía el programa, decidió suspenderlo porque los resultados no eran alentadores, y las inyecciones y medicamentos comenzaron a comprometer mi hígado y riñones. Mi doctor me sugirió comenzar a estudiar el método braille, de lectura para ciegos, ya que desde la medicina no había, ni se vislumbraba una cura para mi enfermedad.

Cuando comencé el curso de facilitador nivel I los que participaron me podían ver siempre muy pegadita a mi esposo, caminando con él por los pasillos, sentada a su lado los 4 días de la formación, también cuando iba al baño, a comer etc. Siempre de su mano, incluso haciendo grupo sólo con él durante el curso, porque no quería retrasar a los demás compañeros de clase ya que no podía leer el manual ni ver las proyecciones en la pantalla.

Desde que terminé el curso comencé a trabajar protocolos para mis ojos, como macula, retina y dislexia que es otro problema que padezco. El 14 de marzo, menos de un mes después de finalizar la formación, compartí un primer video entre los chicos que hicimos el curso porque quería compartirles que ya podía leer los titulares de los libros, algo que no hacía por los últimos dos años. El 17 de marzo compartí un segundo video, en este podía leer lo que yo misma escribí, aunque con letras muy grandes, pero allí estaba escuchándome leer nuevamente. En abril 21 compartí un tercer video a mis compañeros en el que podía leer las letras de algunos cuadros que decoraban mi casa. Progresivamente seguía avanzando y había días que terminaba un poco mareada tal vez por las horas dedicadas a leer, pero no paraba porque era muy emocionante hacerlo nuevamente.

Mi vida comenzó a tener otro sentido. Ya no era la persona resignada al destino que yo creía iba a tener. Mi depresión y negatividad comenzaron a desaparecer, y cuando me di cuenta SONREIA y CANTABA en mi cocina mientras cocinaba o hacia las cosas de casa. Pero en junio mi vida y la vida de mi familia no pudo ser mejor. Jonny (mi esposo) y yo hicimos el nivel II de Método INTEGRA, y esa experiencia fue definitiva en mi transformación, nunca me imaginé poder llevar un curso online y leer los módulos desde mi propia computadora, repetir las lecturas, desarrollar los test y participar de los zooms, una experiencia que no tiene precio. Jonny y mi hijo participando de los zooms desde diferentes ambientes en la casa y yo teniendo el control de mi vida.

No tengo palabras para agradecer a Ricardo y a la vida por darme esta oportunidad, y que paralelamente me haya reencontrado nuevamente con la Felicidad.

¡¡¡ Infinitas gracias METODO INTEGRA!!!!

Rossy Pinto