Desde su creación en el año 1999, la película Matrix ha llevado a muchas personas a mirar el mundo de un modo distinto, a utilizar una mirada crítica, a no aceptar de forma indiscriminada los mensajes que recibimos con inde-pendencia de su origen, en definitiva, a tener criterio propio.

Lo que estamos viviendo en estos últimos dos años, y en especial en los últi-mos meses, me ha llevado a pensar que nos tratan como a tontos, y lo peor de todo es que como colectivo lo somos.

En la actualidad, todos los mensajes que recibimos por los medios de comuni-cación están alineados en una misma dirección. Existe una censura informa-tiva total que va más allá de los medios de comunicación tradicionales de ra-dio, televisión y diarios, y que llega a las redes sociales. Cualquier contenido no alineado con el “mensaje oficial” es directamente vetado o eliminado en cuestión de minutos.

Estamos ante una dictadura informativa, lo que conlleva al adoctrinamiento de las masas. Las creencias son introducidas en el subconsciente de las per-sonas en base a la repetición de “la única verdad existente”, y la falta de men-sajes críticos. Si a esto le añadimos la carga emocional de miedo con la que nos conectan, la programación de las masas es todavía más eficiente.

Los titulares de prensa, así como los artículos y las noticias con las que nos bombardean día sí y día también, en ocasiones buscan sustentarlas en estu-dios científicos, mientras que en otras ocasiones simplemente son afirmadas sin ningún tipo de respaldo. Por supuesto, todos sabemos que una mentira repetida continuamente se convierte en verdad para muchos de los que la escuchan. O si no que les pregunten a los judíos, a los negros, o incluso a las mujeres, que durante mucho tiempo fueron todos ellos considerados genéti-camente inferiores al resto.

Personalmente no me gusta quedarme en los titulares, y además tengo la for-tuna de estar acompañado por otras personas que comparten esa misma vi-sión crítica, lo que nos lleva a descubrir a diario cómo los supuestos informes que sustentan las noticias que nos transmiten los medios, muchas veces con-cluyen incluso lo contrario a lo que la noticia da como mensaje. Puedes hacer tú mismo la prueba. Cuando leas una noticia en la que se cita una determi-nada fuente, ve a buscar el estudio en internet y lo lees, mira quién lo ha rea-lizado, cómo lo ha realizado, y cuáles son las conclusiones a las que llegan en dicho estudio. Basta con hacer esto en un par de ocasiones para darte cuenta de la gran manipulación existente con la información.

Por desgracia, no se está permitiendo que haya un debate científico y siste-máticamente se silencia a los profesionales cuyas investigaciones demuestran que la película que nos venden no encaja con esa realidad que hay más allá de los titulares de prensa.

Lamentablemente, hemos pasado de la Matrix a la BorregoMatrix, nos he-mos convertido en una sociedad de borregos, cuya cultura está basada en los titulares de prensa.

Vivimos en una sociedad cuya cultura se basa en los titulares de la prensa y, ¡así nos va!

Estamos ante una sociedad adoctrinada, en la que el miedo y el odio hacia quienes se considere culpables de todos los males en cada momento pueden disparar respuestas impredecibles de cualquier tipo, como vimos hace no mu-chos años con los judíos y los negros.

El peligro es grande, y lo que nos jugamos en ello es nuestra salud o incluso nuestra propia vida y la de nuestros hijos. Pero depende de cada uno el ser borrego o cabra, formar parte del rebaño y dejarse guiar sin pensar, o utilizar su criterio propio, informarse, documentarse y tomar decisiones sin estar ba-sadas en el miedo, la coacción o la desinformación.

Piensa por un momento en la sociedad que estamos construyendo en estos momentos. ¿Realmente te gusta? Si la respuesta es no, te invito a salirte del rebaño.

 

Ricardo Eiriz
Creador de Método INTEGRA.
Embajador de la Paz y la Buena Voluntad de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México) ante la UNESCO.